Gabriel y yo
Gabriel está todo el tiempo tranquilo, solo y sin molestar a nadie mientras que si yo estuviera de ese lado, estaría todo el tiempo molestando a los demás e interrumpiendo sus actividades.
Gabriel se siente bien si todo está en calma y nadie tiene problemas; por otra parte yo me siento bien si todo el mundo está en guerra y todos están preocupados.
Gabriel trata de ayudar a los demás cuando puede y quiere que todos los que lo rodean estén felices, aunque yo prefiero que todos estén tristes y lo disfruto más si soy yo el que los hace estar así.
Gabriel es el que mira todo desde afuera, tratando de encontrar algo de esperanza en su futuro; yo estoy adentro viendo todo oscuro, tratando de que él, Gabriel, de afuera sea malo, así yo podría salir y dejaría de ser yo para ser Gabriel. De este modo, la próxima el que lo vería todo desde adentro sería él y yo vería la luz, mientras que él vería lo negro.
Gabriel Pane 3ro. 1ra.
Vero y yo
Mi otro 
ser es el que me inquieta, me deja con ganas de querer cambiar algo, que la verdad, me cuesta. A veces me siento muy bien con él, ya que es otra parte de mí que yo misma elegí, pero también me gustaría saber cuál hubiera sido mi otra forma. Mi otra forma de vestir, de pensar, de actuar, de querer, de amar.
El otro yo es bueno, no le gusta lastimar, también es vago (eso me gustaría cambiar), tierno, ambicioso, querible, raro. Yo creo que si ese otro yo no estuviera, mi vida no sería lo que es ahora; creo que sería aburrida, ya que sería como la de la gran mayoría de las personas. Él es como una parte de otra gente que no es muy bien vista y por eso me gusta, hasta me causa gracia.
Él y yo escuchamos la misma música, nos vestimos igual, somos fanáticos de una banda y sabemos muchas cosas sobre ella.
Estoy cerca de esa persona cuando salgo a la calle y estoy sola. Pero ella se va cuando me encuentro acompañada por gente agradable a la que quiero. Se va a mi mundo, donde a pesar de sus defectos es aceptado y no abandonado.
Verónica Muiño 3ro.1ra.
ser es el que me inquieta, me deja con ganas de querer cambiar algo, que la verdad, me cuesta. A veces me siento muy bien con él, ya que es otra parte de mí que yo misma elegí, pero también me gustaría saber cuál hubiera sido mi otra forma. Mi otra forma de vestir, de pensar, de actuar, de querer, de amar. El otro yo es bueno, no le gusta lastimar, también es vago (eso me gustaría cambiar), tierno, ambicioso, querible, raro. Yo creo que si ese otro yo no estuviera, mi vida no sería lo que es ahora; creo que sería aburrida, ya que sería como la de la gran mayoría de las personas. Él es como una parte de otra gente que no es muy bien vista y por eso me gusta, hasta me causa gracia.
Él y yo escuchamos la misma música, nos vestimos igual, somos fanáticos de una banda y sabemos muchas cosas sobre ella.
Estoy cerca de esa persona cuando salgo a la calle y estoy sola. Pero ella se va cuando me encuentro acompañada por gente agradable a la que quiero. Se va a mi mundo, donde a pesar de sus defectos es aceptado y no abandonado.
Verónica Muiño 3ro.1ra.
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